domingo, octubre 01, 2006

Crucero por el Yangtze 長江 : Chongqing重慶 -Yichang 宜昌 (15/16/17/18-VII-06)-Yangtze River Cruises

8
Crucero por el Yangtze
http://viajarconnenesachina.blogspot.com/
Después de subir a los Bancales de arroz del Espinazo del Dragón, y de contemplar durante un buen rato el horizonte surcado de terrazas, emprendimos el camino de vuelta hacia el taxi. Al cabo de 20 minutos de bajada a Miguel y a Pablo se les antojo unas mazorcas de maíz asadas en su propia hoja, que una mujer vendía en su puestecillo. Así que compramos tres para que no hubiera lucha por las mazorcas entre los hermanos.
Al llegar al taxi emprendimos el camino de vuelta a Guilín y al llegar dedicamos la tarde a descansar y comprar cosillas, por la noche tomaríamos el avión hacia Chongqing donde al día siguiente embarcaríamos en el barco para realizar crucero por el Yangtze.
Este avión era el segundo vuelo interno que tomábamos. Mientras esperábamos en el aeropuerto yo jugaba a las “damas” con Miguel, mientras Marga y Hugo pegaban pegatinas de animales en un cuento. Pronto se acercaron dos niños chinos y se animaron también a pegar pegatinas con ellos. La siguiente vez que alce la cabeza ya no podía ver a Marga y Hugo, estaban rodeados de unos 15 chinos de todas las edades entusiasmados con las pegatinas y con Hugo.
La verdad es que en todo nuestro periplo por China siempre habíamos llamado la atención más de la cuenta, tres hijos y los tres varones en un país donde solo se permite a uno a ser posible varón… Pero era especialmente Hugo el que más gracia les hacia, supongo que igual que a nosotros los chinitos peques.
Normalmente cuando íbamos andando la gente se daba la vuelta y hacia comentarios sonriendo y haciendo gestos.
En general los chinos no se cortan un pelo, comentan, ríen con sorna, y si tienen que quedarse mirando a cotillear no lo hacen disimulando. Es frecuente sorprenderte rodeado de 5 o 6 chinos que se te quedan mirando a medio metro, estudiando todos tus movimientos. A nosotros esta situación nos hacia gracia.
Pero en los aeropuertos parecía que se guardaban más las distancias, o eso pensábamos.
Al poco tiempo Marga, Hugo y Pablo eran solicitados para hacerse fotos, entablamos una conversación con muchas personas a la vez en chininglis. Que si big family, que si foto together with me…
Bueno, en general nosotros nos dábamos, y nos gustaba mezclarnos y reírnos con ellos. Era sábado por la noche, y los fines de semana en China hay un grandísimo trasiego de turistas del propio país. En realidad todas las ciudades, monumentos, estaciones de trenes, autobuses y aeropuertos están siempre llenos de chinos hasta la bandera, y los fines de semana mucho más, por otra parte, apenas se ven extranjeros.
Normalmente es en las terrazas de arroz donde menos trasiego de turistas chinos hay.
Después de un vuelo de dos horas, llegamos a Chongqing a las 12:30 de la noche. Los aeropuertos Chinos son muy puntuales y a los 10 minutos de aterrizar tenías todo el equipaje en tu poder. A la una estábamos en el hotel de Chongqing.
La mañana siguiente la dedicamos a cambiar dinero y después nos iríamos a comer a eso de las 11:30 de la mañana. Es otra cosa de las curiosidades de los Chinos, allí se come a todas horas y en todos los sitios. Ese día en Chongqing estábamos a 40 grados y con una humedad brutal, por lo que era prácticamente imposible estar más de una hora en la calle. Así que después de comer nos fuimos a un ciber a escribir y mandar fotos a nuestras familias para que vieran lo bien que estábamos, y comprobaran que los supuestos tifones no habían podido con nosotros. En China los ciber son muy baratos, de 3 a 6 yuanes por hora (0.3 a 0.6 euros), y encima te puedes tomar un refrigerio a la vez que disfrutas del aire acondicionado. Claro que Miguel y Pablo reclamaban su cuota y les teníamos que dejar un par de ordenadores. Miguel intentaba con escaso éxito hablar con sus amigos por el Messenger (debido a las seis horas de adelanto horario), mientras Hugo y Pablo jugaban a cualquier juego. Así podían “dejarnos tranquilos una horilla.
Por la tarde dejamos el hotel y cogimos un taxi para embarcar en el President IV, un barco de 4 estrellas (por debajo de estas estrellas no es recomendable embarcarse por el Yangtze), aquí, un barco tres estrellas no es el equivalente a un hotel de tres.
Este crucero (4 días, tres noches) que discurría por las impresionantes Gargantas del Yangtze (Qutan, Wuxia, Xiling) lo habíamos reservado y pagado por Internet www.yangtzecruises.cn/
Nos costo muchísimo encontrar el barco, la zona para embarcar en el rió Yangtze en la ciudad de Chongqing era monstruosamente grande, el taxi nos dejo en una zona del embarcadero, lleno de barcos grandes, pero el nuestro estaba a 1.5Km más allá. Tuvimos que preguntar muchísimas veces hasta que dimos con el barco a l que se accedía por una especie de funicular que bajaba hasta el mismo.
Teníamos planificado este crucero como un descanso en el ecuador del viaje, estaríamos 4 días sin buscar restaurantes, visitando lo que estuviera estipulado en las paradas y recuperando horas de sueño. Además embarcamos el domingo porque era el día en que embarcaban los españoles que iban por Agencia y que hacían el recorrido río abajo Chongqing-Yichang. Nos dijimos, “no estaría mal coincidir con un grupo de españoles para compartir impresiones”
La verdad es que pudimos descansar un poco de nuestro ritmo habitual.
Las Gargantas eran impresionantes y el río Yangtze de una vastitud Brutal.
Nuestra primera parada la hicimos en Fengdu “Conocida como la ciudad de los Diablos”, donde visitamos uno de sus templos.
Aunque la parada estrella en mi opinión sea Shennong Stream, un ramal lateral del Yangtze por el que hay que acceder primero con un barco de menor calado y dimensiones y donde el río toma un color verde esmeralda, y en donde las laderas de la montaña están encima de los pasajeros con unas paredes verticales impresionantes.
Después de una hora por este afluente se abre el río y el barco amarra, para que los pasajeros tomen una especie de chalupas a remos (15 pasajeros por cada una) y sigan el trayecto rió arriba. Llega un momento en que cubre tan poco que los remeros echan pie en tierra y tiran todos del barco con una soga de 40 metros. En esos momentos la quilla de la chalupa va tocando los cantos rodados del río, momento que aprovechamos para coger unas piedras del yangtze, al final llega a un sito con algo más de profundidad donde la barca da la vuelta y regresa rió abajo.
La verdad es que aquí las aguas eran cristalinas, y aunque insinuamos un par de veces la posibilidad de bañarnos, no nos dieron opciones. Este es el problema de no ir por libre, allí estábamos todo el Presiden IV en unas 20 chalupas, y aunque la excursión merecía la pena, todo estaba programado a su hora, no había tiempo para baños.

Garganta de Qutan
Presideny IV
Miguel yPablo
Templo de Fengdu
Marga y Miguel Ángel en el Yangtze
Shennong Stream
Esclusas

Uno de los momentos más espectaculares del viaje fue el paso de las esclusas de la gran presa, que se pasaba por la noche. Los niños estaban muy ilusionados en ver todo el proceso, y aunque nosotros les explicamos el proceso, rememorando la presa de Asuán, querían verlo con sus propios ojos.
Todo el barco en vilo, anunciado por la megafonía, gran expectación. Los niños aguantaron dos esclusas de las seis que se
pasan, todo el proceso duraba cerca de 4 horas y en cada esclusa cabían 5 barcos como el nuestro. Las puertas descomunales, las dimensiones colosales…
En fin en cuanto al crucero en si mismo, los niños se lo pasaron muy bien, y disfrutamos de las diversas atracciones del barco. Miguel y Pablo se recorrieron el barco hasta el último rincón y los tres niños jugaron como locos en los dos camarotes que teníamos.

2 comentarios:

Alicia dijo...

Ha sido emocionante revivir mi viaje a China y más concretamente a Chongqing y WanZhou (Wuxian) lugar de nacimiento de mi hija pequeña.

Alicia

Vigo

Isa dijo...

Ya que mencionas la presa de Asuán, me encantaría leer vuestro viaje a Egipto, porque tengo muchas ganas de hacer lo con mis hijos.